Cómo definir el propósito, la misión y los valores de tu proyecto de una manera eficiente

Constantemente hablamos de lo importante que es tener definido el propósito de la organización y de los beneficios que ello aporta. Sin embargo, es la típica tarea en la que te enfrentas a una hoja en blanco y no sabes bien por dónde empezar. Hoy quiero que hablemos precisamente de cómo definir el propósito de tu proyecto y no sumergirte en reflexiones y hojas y más hojas de apuntes que al final no te llevan a nada claro.

Constantemente hablamos de lo importante que es tener definido el propósito de la organización y de los beneficios que ello aporta. Sin embargo, es la típica tarea en la que te enfrentas a una hoja en blanco y no sabes bien por dónde empezar.

Hoy quiero que hablemos precisamente de cómo definir el propósito de tu proyecto y no sumergirte en reflexiones y hojas y más hojas de apuntes que al final no te llevan a nada claro.

De cómo definir el propósito, la misión y los valores de tu proyecto de una vez por todas, con eficacia y de una manera que realmente te permita obtener todos los beneficios que puede aportar si se hace bien.

Qué es el propósito, la misión y los valores de un proyecto


El propósito, la misión y los valores de tu empresa serán los encargados de definir quién es, por qué hace lo que hace y cómo lo hace. Son lo que hace único y auténtico a un proyecto, y definirlos ayudará a concretar la personalidad de la marca.

Tú tienes la certeza de que tu proyecto es único. Pero ¿sabes por qué es único? Cuando alguien te pregunta por qué tu empresa es distinta a la competencia, ¿sabes qué responder?

A menudo no sabemos bien qué decir. Nos quedamos sin palabras. Y es que es fácil caer en la dinámica absorbente del día a día y olvidarnos de mirar hacia dentro, de investigar lo que somos como marca.

Mira un ejemplo. Las personas compartimos en un 99,99% el mismo código genético, lo que nos haría pensar que somos iguales, ¿verdad? Pero la realidad es que cada persona somos única e inigualable, aunque haya personas con nuestros mismos gustos, intereses y valores vitales.

Lo mismo sucederá con tu proyecto cuando hagas ese trabajo de introspección que te lleve a definir tu propósito, tu misión y tus valores: lograrás diferenciarte del resto de las marcas, aunque hagan lo mismo que la tuya y aunque tengan un producto o servicio similar.

Tu proyecto es único y definir el propósito empresarial, la misión y los valores será lo que te ayude a demostrar por qué lo que tú ofreces no lo ofrece nadie más. Imagino que no es necesario que te diga las consecuencias positivas que eso puede tener, ¿cierto?

Por qué debes definir el propósito, la misión y los valores y qué puedes conseguir al hacerlo


Hace ya unos años, dos reconocidos autores, Jim Collins y Jerry I. Porras, publicaban un artículo titulado Building your company’s visión en el que afirmaban que las empresas con unos valores y un propósito definido que permanece fijo a lo largo del tiempo disfrutan de un éxito más duradero y tienen más capacidad de adaptar sus estrategias y prácticas a un mundo cambiante.

Años después lo corroboraba un estudio de Deloitte que concluía que las organizaciones que tienen una “cultura del propósito” obtienen mejores resultados.


Definir el propósito empresarial, la misión y los valores de tu compañía pueda ayudarte a tener mejores resultados.


¿Y por qué? ¿Cuál es la razón por la que definir el propósito empresarial, la misión y los valores de tu compañía pueda ayudarte a tener más o menos éxito?

Definir el propósito empresarial, así como la misión y los valores de tu empresa, proporcionará a tu proyecto beneficios como:

  • Trascender entre tus clientes. Hay miles de empresas como la tuya. ¿Por qué tus clientes deberían acudir a ti y no a otra? La mayor parte de las personas acudirán a ti no tanto por lo que haces, sino por qué lo haces. Solamente si eres consciente de los propósitos de tu empresa podrás dar a tus clientes una propuesta de valor que les ayude a resolver sus necesidades específicas.
  • Dar coherencia con tus principios y valores. Cuando las cosas que haces son coherentes con las cosas que dices, aumenta la confianza y el bienestar entre tus clientes y las personas que forman parte de tu proyecto.
  • Retener talento. Las personas quieren sentirse integradas en un ambiente laboral que sea acorde con sus valores, por lo que tener adecuadamente definido el propósito, los valores y la misión de tu empresa te ayudará a crear un entorno de trabajo en sintonía con las necesidades de tus colaboradores y, por lo tanto, aumentar la productividad de tu equipo.
  • Liderar a la vez que inspirar. Las personas no quieren líderes autoritarios, sino líderes que se conviertan en un ejemplo. Cuando eres coherente con lo que promueves desde tu organización, tu equipo confía en ti y, de nuevo, lo demuestran dando lo mejor de sí.

Que tu marca, tu proyecto, conecte con tus clientes y tus colaboradores puede marcar la diferencia. Ya no vale con la forma en la que te posiciones en el mercado: para explotar al máximo la capacidad de tu marca de sobrevivir en un mundo competitivo y su potencial para generar ingresos es necesario crear conexiones estables y duraderas.

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Las personas conectamos con las personas. O, al menos, con aquello que tiene rasgos de personalidad humana. Dar a tu empresa una personalidad de marca debe ser, por lo tanto, una de tus prioridades. A ello te ayudarán, precisamente, una adecuada definición del propósito, la misión y los valores que digan por qué haces lo que haces, para qué y cómo lo haces.

Esto permitirá no solo crear esa conexión emocional con tus clientes sino, además, diferenciarte del resto, ser reconocible al instante y ser coherente en todo lo que hagas.

Un buen propósito tiene la capacidad de atraer y retener talento, aumentar el sentimiento de pertenencia y la unidad entre las personas que forman parte de tu organización, potenciar el desempeño general de tu proyecto y dejar a tus clientes un recuerdo de marca imborrable.

En definitiva, tener bien claro el propósito, la misión y los valores pueden ayudarte a que tu empresa sea más exitosa.

¿Cuándo es un buen momento para definir o revisar el propósito empresarial?


Puedes pensar que el mejor momento para definir el propósito y la identidad de tu empresa es al principio, cuando todo está arrancando. En parte sí, pero no es el único momento en el que puede venir bien definir o revisar el propósito, la misión y los valores de tu proyecto.

Por supuesto, si no lo has hecho todavía, YA es el mejor momento. Si tu actividad está ya consolidada y la empresa se encuentra en fase de crecimiento, es un excelente momento antes de encauzar el crecimiento.

También lo será si vais a abrir nuevos mercados o iniciar la expansión internacional, ya que en estos momentos es necesario conectar muy bien con la identidad de la empresa.

También, cada vez que realicéis un nuevo plan estratégico conviene revisar estos conceptos, aunque solo sea para aseguraros de que están bien definidos.

En definitiva, antes de abordar cambios es saludable revisar el propósito, la misión y los valores de la empresa para poder adaptaros a los cambios de una forma mucho más fluida.

Eso sí, cuando os enfrentéis al proceso de definición o revisión del propósito empresarial, debéis hacerlo con la conciencia de que sea estable y duradero. Estos conceptos están en la base de la identidad de la marca y no deben ser modificados salvo que la compañía sea sometida a un profundo cambio.

Cómo definir el propósito de tu negocio


Cuando te enfrentas a un trabajo así, lo más importante es que luego te sirva. Definir el propósito de tu proyecto te será de utilidad si logras facilitar:

  • La vinculación de tu equipo con el propósito.
  • La vinculación de las tareas que realiza tu empresa con el propósito.

De nada sirve tener un propósito empresarial perfectamente definido si las personas que conforman tu organización viven ajenas a él y las tareas se realizan sin ninguna vinculación al mismo. Esto solo mostraría una falta de coherencia y unas grandes contradicciones entre lo que tu empresa dice, lo que pretende, lo que hace y lo que consigue.

Lo verdaderamente importante es que seas capaz de desarrollar el propósito empresarial de manera que pueda implantarse, de verdad, en tu organización. El propósito empresarial debe formar parte del plan de negocios, servir como motor a las estrategias que pongas en marcha y guiar las decisiones que se tomen.

Y para ello es imprescindible alinear propósito, estrategia y sistema de gestión. La estrategia que sigas en tu proyecto será consecuencia del propósito empresarial, es decir, del por qué hace lo que hace, y el sistema de gestión deberá dar respuesta a la misión y los valores, es decir, al cómo y para qué trabaja.

Con estos objetivos en mente es como ayudo a mis clientes a trabajar la definición del propósito empresarial, de la misión y los valores. Y para ello, para que todas las personas que forman parte de tu empresa se alineen con la personalidad de la marca y la integren en todo lo que hacen, considero esencial su implicación en la fase de definición del propósito, la misión y los valores empresariales.

¿Cómo puedes vincular el equipo al propósito de la empresa?


Las personas pueden vincularse con mucha más facilidad a algo si sienten que participan de ese algo y si lo pueden integrar de una manera pausada y correcta.

Para eso, me gusta dinamizar sesiones de trabajo grupales donde reflexionar sobre varios puntos que ayudan a que cada persona haga su propia interpretación acerca de cuál es el propósito de la organización. En estas sesiones invito a cada participante a responder preguntas como:

  • En el origen de la empresa, ¿qué intención había tras su creación? Es decir, ¿por qué nació la marca?
  • ¿Qué impacto buscabas generar en la sociedad, a través de la actividad económica en cuestión?
  • ¿Cuáles han sido los grandes hitos alcanzados a lo largo de la historia de la empresa?
  • ¿Qué impacto está generando tu marca en tus clientes?, ¿qué cambia en ellos cuando disfrutan del producto o servicio?
  • ¿Qué hace tu marca que nadie más pueda hacer de la misma manera?

Tras estas reflexiones, ponemos en común las ideas, compartimos las percepciones individuales y llegamos como equipo al consenso acerca de cuál es la mejor definición del propósito de la empresa.

Desde el propósito hacia la misión empresarial


La misión de la empresa es la concreción de la solución o el beneficio que con tu proyecto aportas a tus clientes. Es la forma en que materializas un servicio o productos, buscando impactar en la sociedad de una manera siempre alineada con el propósito.

Para ayudarte a definir la misión de tu proyecto te invito a ti y a las personas que formen parte de tu organización a dar respuesta a preguntas como:

  • ¿A qué personas ayudamos?
  • ¿De qué manera les ayudamos?
  • ¿Qué solución o herramienta les proporcionamos?
  • ¿De qué forma la propuesta de tu empresa cambia la vida de tus clientes?

Por ejemplo, una empresa que fabrica automóviles puede tener como misión facilitar la movilidad de las personas, y esto puede estar alineado con un propósito relacionado con mejorar la autonomía y libertad de las personas.

Esta empresa puede decidir, el día de mañana, comercializar patinetes y estará perfectamente alineada a su propósito y misión igualmente.

¿Lo ves?

¿Cómo haces lo que haces? O cómo definir los valores de tu empresa


Los valores humanos de cada persona son aquellos que nos guían a lo largo de todas nuestras acciones y decisiones, e incluso en nuestra lista de prioridades vitales.

Colectivamente, los valores nos ayudan a avanzar como sociedad.

Tu empresa también debe tener unos valores fácilmente identificables, que serán precisamente los que marquen el modo en el que se hacen las cosas. Es decir, los valores darán respuesta a cómo tu empresa hace lo que hace.

Cuando haces el ejercicio de identificar los grandes valores que rigen la forma de actuar en tu empresa, verás que en ellos se encuentra la autenticidad de la organización. Los valores son aquello que hacen único a cada proyecto, lo que otorga identidad y personalidad a tu empresa.

Si has definido de manera adecuada los valores de tu organización, tus clientes los reconocerán y se sentirán afines a ellos (o no, en cuyo caso preferirá a otra empresa, pero entonces no era tu cliente ideal).

Algunos ejemplos de valores son el compromiso, la innovación, la sostenibilidad, ser tradicional, la pasión… Como ves, no es lo mismo llevar a cabo tus acciones desde la innovación que desde la tradición. De la misma manera, una empresa de coches eléctricos puede tener entre sus valores la sostenibilidad, pero al cliente le sonaría incluso engañoso que una fábrica de envases de plástico hablase de este mismo valor, ¿verdad?

Ahora que ya conoces los beneficios de definir el propósito empresarial, la misión y la visión que guiará las acciones de tu empresa y sabes cómo hacerlo de una manera eficiente y, sobre todo, útil, cuéntame. ¿Ya has definido el propósito de tu empresa?, ¿cómo lo hiciste?, ¿cuáles son sus valores?¿Crees que está alineado a lo que realmente es y hace tu organización? Me encantará leer tu comentario.

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