A estas alturas del año y con la que está cayendo, se respira mucha tensión. Inflación, inestabilidad en los mercados, crisis energética, guerra, cambio climático… y un largo etcétera. Es inevitable que sientas una gran presión ante la toma de decisiones.
Incluso en ocasiones, cuesta respirar profundamente y hay bloqueo o angustia.
Yo te puedo decir que es algo que noto a diario entre mis clientes.
Cuando esto ocurre es bueno que te detengas a reflexionar sobre qué es lo que te está provocando ese nudo en el estómago y cómo puedes gestionarlo. Aprender a distribuir el estrés y afrontar la presión para sentir y proyectar serenidad y coherencia es esencial para todos.
La toma de decisiones precede a la acción, y eso la convierte en absolutamente necesaria. Necesitamos poder decidir y eso conlleva asumir ciertos riesgos. ¿Conoces dónde están los límites del riesgo que puedes asumir?
¿Qué significa para ti asumir riesgos?
Para cada persona es diferente y necesitas poner en relación tus respuestas con aquello que tu proyecto te está pidiendo.
Y es que resulta que tu proyecto te tiene a ti como persona encargada de tomar las decisiones que impulsan la acción. Así que conviene que explores y mejores tu proceso de toma de decisiones para que se corresponda con aquello que tu proyecto necesita.
Generalmente, tu proyecto te pone ante decisiones que suponen un reto para ti. ¿Has pensado en cuánto porcentaje de tu tiempo pasas tomando decisiones?
Según un estudio, los gerentes de una gran compañía pueden invertir hasta el 30% de su tiempo tomando decisiones, cifra que puede llegar incluso al 70% en los niveles de dirección más altos.
A diario debes enfrentarte a retos que, al fin y al cabo, son parte de tu entrenamiento como líder.
Puedes dar la espalda a la toma de decisiones, pero si lo haces acabarás sintiendo presión. O puedes danzar con ellas fluidamente, aceptando que cuando tomas una decisión puedes tener distintos grados de acierto.
No siempre puedes estar al 100%, y es natural que esto sea así.
Sé que no es tan fácil como parece. Por eso, puedes seguir una serie de recomendaciones a la hora de enfrentarte a la toma de decisiones y lograr que sea lo más eficaz posible.
En primer lugar, debes concienciarte de que las decisiones empresariales no deben tomarse de una manera impulsiva. Para tomar decisiones debes conocer cada aspecto, ya sea positivo o negativo, de tu proyecto.
Observar, saber escuchar, preguntar, identificar criterios, analizar riesgos, ser creativo… Son soft skills que sin duda te ayudarán en el proceso de toma de decisiones.
Recomendaciones para una toma de decisiones empresariales eficaz
¿Y cómo puedes tomar decisiones empresariales de la manera más eficaz posible? Más adelante te hablaré de los pasos que debes dar para conseguirlo, del proceso. Pero antes te dejo con estas recomendaciones que sin duda te ayudarán a tomar decisiones, ahorrar tiempo y dejar la procrastinación a un lado.
- Separa la estrategia de las operaciones. Las decisiones que afectan de forma profunda y decisiva al futuro de toda la empresa de las decisiones del día a día. Y que ambas no se junten. Si toca una revisión de la estrategia, que no acabe siendo una discusión sobre las operaciones. Para la primera necesitarás ver una foto completa y mirar hacia adelante; mientras que las operaciones requieren de discusión y análisis en detalle de lo que está sucediendo. No suelen combinar bien juntas.
- Centra las reuniones en las decisiones y no en la discusión. ¿Cómo? Puedes enviar por adelantado toda la información necesaria para que tu equipo la lea antes de la reunión. No olvides comentarles sobre qué asuntos concretos se van a tomar decisiones. Y por supuesto, establece un orden del día para la reunión. Una idea es comenzar las reuniones diciendo “El propósito de esta reunión es…, discutir… y decidir sobre…”.
- Prioriza. No todo tiene siempre la misma importancia, eso ya lo sabes. Por eso es fundamental priorizar aquellas cuestiones que sean clave para el éxito.
- No tengas miedo a mover las cosas de tu agenda. Algunas irás resolviéndolas y cerrándolas, otras irán surgiendo. El objetivo, sea como sea, es que vayas siempre avanzando y dejes de aplazar tareas.
- Pide a las personas que colaboran contigo opciones realistas para las grandes decisiones. No perdáis el tiempo con ideas poco realistas o imposibles. Para ello, la cultura de honestidad, confianza, visión compartida… será de gran ayuda. Por eso yo siempre hablo de la toma de decisiones conjunta o de trabajar con planes estratégicos de co-creación.
- Establece procesos que todo tu equipo tenga bien interiorizados. Es decir, normas, reglas, criterios… que permitan tomar decisiones más rápidas.
- Comprométete y compromete a tu equipo con las decisiones tomadas. Para ello, una buena estrategia es que formen parte de esta toma de decisiones. También puedes informar de por qué se han tomado estas decisiones y no otras y ofrecer incentivos.
Establece procesos que mejoren la forma en que tomas las decisiones
Entre una de las recomendaciones que te hacía en el punto anterior incluía el establecimiento de procesos que tú y todo tu equipo debéis tener bien interiorizados. ¿Y cuál es la forma de establecer este proceso para la toma de decisiones? Puedes contemplar estos siete pasos para cada decisión que debas tomar.
Quizás al principio te resulte tedioso o complicado, pero pronto verás como con estos procesos la toma de decisiones se vuelve mucho más eficaz.
- Identifica el problema. Para ello debes contar con la información y los recursos necesarios que te permitan primero identificar la situación sobre la que debes tomar una decisión y, después, encontrar la mejor solución posible.
- Identifica los criterios para llevar a cabo el proceso de toma de decisiones, discerniendo entre qué criterios pueden ayudarte y cuáles debes omitir.
- Evalúa la prioridad de los criterios. Elige qué criterios de los que has seleccionado serán los más eficientes en el momento de tomar la decisión final.
- Analiza las alternativas. Detecta todas las opciones o alternativas que tienes y estúdialas a fondo, identificando las fortalezas y debilidades de tu proyecto para escoger la mejor opción. Recuerda que la mejor opción para un proyecto puede no ser la mejor alternativa para otro. Cada proyecto es diferente y siempre debes tener en mente las características diferenciadoras que hacen única a tu empresa.
- Selecciona la alternativa ideal. Ha llegado el momento crucial y decisivo. Considera todos los factores que pueden influir en la toma de decisión: financieros, corporativos, legales, éticos…
- Implementa tu decisión. De nada sirve tomar decisiones si no vas a ponerlas en práctica, ¿verdad? Puedes deducir que este es uno de los momentos más importantes de todo el proceso. Y aquí te hago hincapié en la importancia de que todas las personas de tu equipo participen y se involucren en la implementación. Sentirán la decisión como suya y trabajarán mucho más a la hora de la verdad si han participado en el proceso de toma de decisión. ¿Ves hacia dónde voy? Sí, una vez más, todo está relacionado con el humanismo empresarial.
- Analiza, analiza, analiza. Nunca sabrás si la decisión que has tomado ha sido la correcta si no evalúas cuán eficaz ha sido. Para ello es importante contar con un estudio que documente y analice todo el proceso de principio a fin: un plan estratégico en el que, además, deberás establecer los indicadores o KPIs que te dirán si vas por el buen camino o no.
La toma de decisiones es crucial en una empresa y, a menudo, no resulta tan fácil como parece.
En mi trabajo, cada día puedo ver a entre tres y seis personas que ocupan posiciones de liderazgo dentro de organizaciones que han creado ellas mismas, familiares o terceras personas (en menos casos). Es una de las cosas que más me gustan de mi proyecto: el contacto diario con personas que están al frente de sus negocios. Puedo asegurarte que la toma de decisiones es siempre uno de sus grandes quebraderos de cabeza.
Y por eso con cierta periodicidad ofrezco talleres sobre este tema junto a mis compañeros de Human Leadership, Xavi Roca y Kike Caicedo. Este viernes ofrecemos el workshop «Tomar decisiones óptimas» en formato presencial para un grupo muy reducido de asistentes. Será el viernes 4 de noviembre de 9:30 a 12:30 en Impact Hub Barcelona.
Consigue estrategias que te ayudarán a mejorar la forma en la que tomas las decisiones de tu empresa. Lograrás hacerlo de una manera más productiva y eficaz, y eso se notará en los resultados.
Únete a un reducido grupo de directivos como tú
